Pleno del Ayuntamiento de Olvera (Cadiz), aprobando la Moción por unanimidad el 27/11/2014.
AVITE agradece el gesto: “Olvera siempre estará en nuestro corazón”
Olvera es el primer Ayuntamiento del Estado español en declarar a la empresa alemana Grünenthal non grata; por lo tanto, sus visitadores médicos no podrán ejercer su actividad en este municipio serrano hasta que la firma que les paga no indemnice convenientemente a los cientos de afectados españoles por la talidomida, según acuerdo plenario. La propuesta fue redactada por Jacobo Camarero (IU), concejal de Salud, y fue presentada conjuntamente con el PSOE y el PP locales. “La defensa de los afectados por esta medicamento maldito no debe tener colores”: así coincidieron los portavoces de los tres grupos políticos representados en el pleno. Una veintena de afectados y familiares se dieron cita en el salón de plenos e incluso uno de ellos pidió la palabra para agradecer con una carta emocionada esta iniciativa solidaria.
Como indicó la sentencia de 2013, Grünenthal patentó, fabricó y distribuyó a nivel mundial la talidomida, incluso mucho después de 1961, cuando las autoridades alemanas alertaron de su peligro y se retiró del mercado germano-occidental. “Ha sido una catástrofe consentida: se vendió en más de 80 países con 50 nombres diferentes mediante una agresiva política, totalmente carente de ética biomédica; Grünenthal se ha lucrado durante más de 50 años, aun conociendo los terribles efectos secundarios que para el feto en desarrollo tenía una sola dosis de talidomida”, señaló, tajante, el concejal Jacobo Camarero.
Hace un mes, la Audiencia Provincial de Madrid revocó esta sentencia y dio la razón a la empresa alemana, provocando la indignación de AVITE, asociación que agrupa a los afectados, cuyos máximos representantes, José Riquelme y Rafael Basterrechea, anunciaron que recurrirán ante el Tribunal Supremo, lo cual puede suponer unos cuatro años más de espera. Ambos se personaron en el Parlamento Europeo, esperando encontrar cauces de solidaridad, y, asimismo, solicitaron al Papa que retirara a Michael Wirtz, el millonario dueño del imperio farmacéutico alemán Grünenthal, la condecoración de la Orden de San Silvestre con que fue honrado el pasado marzo por su onerosa contribución a las arcas de la Iglesia católica.
AVITE ha mostrado su agradecimiento hacia el pueblo olvereño: “Olvera siempre estará en nuestro corazón”, en palabras de su presidente José Riquelme, que ha insistido en la necesidad de que más municipios se sumen a la iniciativa a través de una carta a la Federación Española de Municipios y Provincias.
En su defensa de la propuesta, “al alimón solidaria y reivindicativa”, Jacobo Camarero reconstruyó la siniestra historia de la talidomida: “su síntesis se inició en Auschwitz, buscando un antídoto contra los mortíferos gases nerviosos, desarrollados también por los nazis y probados de manera inmisericorde con los presos; su efecto sedante y antiemético (inhibidor de náuseas) fue el detonante para que Grünenthal lo lanzara al mercado en la década de los 50 como el medicamento que no podía faltar en el bolso y botiquín de toda embarazada”, resumió el concejal izquierdista. La publicidad de que era “tan inocuo como un caramelo” contribuyó a que fuera masiva su distribución. Sus efectos sobre el feto son devastadores: la deformación más característica es la focomelia (acortamiento de los elementos de la extremidad más cercanos al cuerpo), pero también son frecuentes la ausencia de ano, la aplasia radial y defectos en órganos internos, a los que hay que sumar todas las dolencias asociadas a la adaptación fisiológica a las malformaciones estructurales causadas por el fármaco.
“El resultado es que cientos de miles de niños de todo el mundo nacieron con malformaciones y muchos más no llegaron ni a nacer porque el daño a los órganos internos fue incompatible con la vida; mientras, el bolsillo de los Wirtz se llenó hasta amasar una fortuna personal de unos 3.000 millones de euros: eso tiene un nombre”, sentenció Jacobo Camarero.