Évole y la Talidomida: deshojando la margarita sobre si hace o no programa sobre los afectados del fármaco en España. ¿Por qué La Sexta, Salvados y Jordi Évole no hacen 1 programa sobre el tema?.
Évole y la Talidomida: Un afectado anónimo del fármaco le dice en su carta al periodista y presentador: “cuando nací me escondieron tres días debajo de una toalla; se puede decir que llegué a este mundo pero para mí no se levantó el telón, no hubo celebración por mi nacimiento sino mucha tristeza. Mi familia no quería que nadie me viera porque me faltaban partes de mi cuerpo. Se las había comido una pastilla”.
Uno de los afectados por la Talidomida solicita a Jordi Évole que dedique un “Salvados” a las víctimas españolas afectadas por el medicamento de Grünenthal.
REDACCIÓN CONSALUD.ES | Madrid
“Los afectados por la Talidomida en España llevan años luchando por sus derechos y porque Grünenthal, culpable de sus malformaciones, asuma su responsabilidad social y económica, pero eso no es nuevo…
Sin embargo, en su empeño por conseguir una reparación “moral, económica y social de unos afectados dejados a su suerte, ignorados e invisibilizados”, tal y como aseguran desde la Asociación de Víctimas de Talidomida de España (Avite), han enviado una carta a Jordi Évole, presentador de “Salvados”, en La Sexta,, para que dedique un programa a su situación.
Y es que, estas víctimas aseguran que “no nos van a callar y cuando no estemos, las personas que nos quieren seguirán en la lucha”, algo que ha quedado demostrado ya que en los cuatro días que lleva la cara a Évole publicada en su página web, ya ha sido leída por más de 6.000 personas.
La pregunta es, ¿por qué La Sexta no dedica un programa a estas víctimas? Se trata de un espacio que indaga en problemas sociales, económicos y políticos, ¿será por tanto una cuestión política o económica?
Desde Avite buscan un reconocimiento y, por ahora, Grünenthal no parece estar dispuesto a dárselo, a pesar de la desgarradora declaración de uno de los afectados por su medicamento, quien no duda en explicar que “cuando nací me escondieron tres días debajo de una toalla; se puede decir que llegué a este mundo pero para mí no se levantó el telón, no hubo celebración por mi nacimiento sino mucha tristeza. Mi familia no quería que nadie me viera porque me faltaban partes de mi cuerpo. Se las había comido una pastilla”.
“Justicia” es lo único que piden, y es que, tal y como explica este anónimo de Avite en la carta, “el laboratorio tiene la esperanza de que muramos para no tener que pagarnos”.
